Elaborado por Mtro. Salvador Barragán Heredia, aspirante al Doctorado en Derecho de la Universidad Anáhuac México Sur
En la economía globalizada, la calidad de la educación es uno de los activos más importantes que un individuo puede obtener. Una política educativa eficiente le permite al ser humano una mejor calidad de vida, un sistema educativo defectuoso genera pobreza y desempleo.
El informe de la Organización Europea de Cooperación Económica (OCDE) en materia de educación conocido como “PISA”, contiene información sobre 57 países basados en evaluaciones aplicadas a alumnos en edad de quince años en cuanto a habilidades y conocimientos, Este informe revela que países como Finlandia, Canadá, Japón, y Australia brindan a sus alumnos alta calidad en la educación.
Un dato representativo correlativo muestra que dichos países superan los 35 mil dólares per cápita, ubicándose entre las veinte mejores economías del mundo; es decir, la calidad de la educación genera riqueza.[1] Un dato contundente demuestra que en los 24 países de la OCDE, el 36% de los estudiantes obtiene un título universitario, en Finlandia, Italia, Portugal y Suiza los porcentajes de egresados se han duplicado en los últimos diez años[2]
El estudio PISA se centra en la capacidad de los alumnos en comprender y manejar problemas científicos, habilidades en matemáticas y en la lectura. Para los países que obtuvieron buenas notas, significa en el mediano plazo, generación de riqueza y desarrollo económico para sus naciones.
Los resultados más significativos de la evaluación demuestran avances importantes en el tema de la lectura, tal es el caso de Corea y Polonia (el avance equivale a un año escolar), el mejor desempeño lo logró Finlandia, seguido de Honk Kong, Canada, Taipéi, Estonia, Japón y Nueva Zelandia. México y Grecia presentaron avances significativos entre 2003 y 2006, lo cual es loable, pero aún se requiere incrementar los resultados.
Los países de la OCDE gastan en promedio $81,485 dólares por estudiante durante la primaria y secundaria, el gasto fluctúa desde menos de $40,000 dólares en México, Polonia, la República Eslovaca y Turquía hasta $100,000 dólares o más, situación que también se repite en Austria, Dinamarca, Islandia, Luxemburgo, Noruega, Suiza y Estados Unidos.
No obstante, no se trata de gastar más en la educación: Israel, Estados Unidos, Corea, Dinamarca, Nuevo Zelanda, Suiza, Chile y México son los países de la OCDE que invierten más en la educación (todos ellos destinan más del 6% de su PIB en la educación)[3], sin embargo, no se localizan dentro de los principales lugares de la tabla en la encuesta de Pisa, por ejemplo entre los países que obtuvieron mejores resultados en la encuesta como Finlandia, Japón y Australia, no se localizan entre los principales países que destinan mayores porcentajes del PIB a la educación de sus naciones. Por tanto, el tema no es gastar más, aunque sí es necesario invertir mejor, ya sea en la capacitación maestrote los profesores, la actualización de los contenidos de los programas de estudio, en los modelos educativos, así, la calidad y la equidad de la educación son temas que requieren de un mayor esfuerzo por parte del Estado para mejorar la calidad educativa y mantener la matrícula de nuestros alumnos.
Por otro lado, la matricula universitaria mexicana ha crecido a tasas cada vez menores, probablemente la razón es que los alumnos han dejado de creer que la Universidad les brindará una mejor calidad de vida, por tal motivo un gran número de estudiantes abandonan la escuela e incluso sus lugares de origen para internarse en la estadística migratoria y así obtener un salario anual que en promedio, podría calcularse en 18 mil dólares, lo cual, representa diez veces más al promedio que se podría aspirar en México[4]
Un gran número de profesionistas mexicanos no ejercen su profesión y eso desanima al estudiante. Por ejemplo, se cuentan más de 443 mil personas que estudiaron y terminaron la licenciatura en Derecho; no obstante 252 mil profesionistas no ejercen la profesión de abogado; probablemente por falta de mercado laboral.[5]
Suman 30.5 millones de estudiantes desde primaria hasta postgrado en escuelas públicas y privadas: de esa cifra 8.5 millones no llegan a la secundaria, 10.8 a la preparatoria, 12.2 a la Universidad y sólo 153 mil estudian un posgrado. Es decir, de forma representativa podríamos ejemplificar que de 200 alumnos que inician la primaria logran pasar a la secundaria 72, a la preparatoria 50, a la Universidad 32 y sólo 2 logran completar un posgrado.[6]
Si bien es cierto que la agenda legislativa tiene como prioridades la reforma energética, laboral y fiscal; también es verdad que si pretendemos mejorar la calidad de vida es urgente una reforma educativa integral. Es posible mejorar la calidad de la educación en México, y necesitamos mejores profesionistas urgentemente, para ello requerimos profesores actualizados que formen y que brinden al alumno valores y principios definidos para procurar el bien y el progreso, el alumno es el activo más importante que tiene el País, siendo en las escuelas, la trinchera dónde se forman los líderes que tan necesarios son en todo el mundo.
[1] OECD Programme for International Student Assessment. “PISA” Disponible en Internet. http://www.oecd.org/dataoecd/58/56/39730431.pdf
[2] OECD. “Education at a Glance 2007: OECD Indicators” Disponible en Internet: http://www.oecd.org/dataoecd/21/35/39316684.pdf
[3]Ídem
[4] GONZALEZ, E. “Migrantes en Estados Unidos”. Disponible en Internet: http://www.comsoc.udg.mx/gaceta/paginas/488/488-6.pdf
[5] INEGI. “Estadísticas a propósito del día nacional del Abogado”. Disponible en Internet.: http://www.inegi.gob.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/contenidos/estadisticas/2004/abogados04.pdf
[6] ANUIES. “Datos Estadísticos” Dispobible en Internet: http://www.anuies.mx/servicios/e_educacion/docs/CUADROS%20WEB/Lic%20Normal/Cuadros%20Lic.%20Normal%20REVISADOS%202006-2007.xls
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