Publicado en el Financiero 25-03-2008 Sección Mercados Pág. 19A
No tendría sentido un Estado que no busca el bienestar de sus gobernados, observemos a un país que en otros tiempos pasaba desapercibido, ahora con alto crecimiento y hoy ejemplo a seguir con sus empresas petroleras.
China comunista cuenta con tres compañías petroleras para abastecer a 1,300 millones de habitantes, lo cuál la convierte en el segundo consumidor mundial de crudo; su consumo es de 6.75 millones de barriles diarios e importa 100 millones de toneladas anuales, pero sus petroleras no son capaces de cubrir su demanda.
La escasees de petróleo orilló al gobierno chino, particularmente a su más grande empresa, China National Petroleum (CNP), a establecer dentro de sus prioridades la compra de empresas extranjeras petroleras. A partir de ahí se registraron múltiples intentos de compra que no prosperaron, tal es el caso de la petrolera estadounidenses Unocal, que aunque la propuesta fue muy atractiva fue rechazada en Washington por motivos políticos y ésta fue adjudicada a la empresa Chevron Texaco. En Argentina sucedió algo parecido con el intento de compra de Repsol YPF.
Los intentos chinos continuaron con su estrategia en América y así CNP adquirió el 100% de la empresa canadiense PetroKAzakhstan Ink (PK) por un monto de 4.180 millones de dólares, esto representa la primera vez que una compañía china adquiere una empresa energética extranjera que cotiza en bolsa, cuya cuantiosa oferta se entiende dado el valor estratégico que representa para China.
China Nacional Petroleum ha concentrado sus operaciones en trece países de África especialmente de Nigeria, Argelia y Egipto. Sus relaciones de inversión han promovido el desarrollo económico en China y en los países en mención, por lo que su actividad es recibida con agrado y generosidad por estos países. Lo que pasó en Sudán puede ser que nos sirva de ejemplo. Veamos:
A partir de 1995, el presidente de Sudán Omar al Bashir visitó al homólogo de China, Jiang Zemin para estudiar la posibilidad de invitar a CNP a desarrollar ahí con el objeto de ayudar al país a establecer un sistema de escala de industria petrolera.
Con la ayuda de CNP en tan sólo once meses se instaló una red de 1,500 kilómetros de ductos y esto produjo sólo en dos años la primera refinería instalada con una capacidad de procesamiento de 2.5 millones de toneladas de petróleo crudo y en 1999 Sudan inició sus actividades exportadoras de petróleo. La Refinería de Khartoum cuenta con una capacidad de procesamiento anual de 5 millones de toneladas de petróleo crudo, los chinos la diseñaron y dotaron de alta tecnología, hoy la operan, con todo esto se ha impulsado la economía local, mejorado la estabilidad social y Sudán ha visto su economía crecer en un 7%, con una tasa de inflación a un dígito.
Los países están saliendo a la búsqueda de soluciones para afrontar mejor el futuro. Hoy en día la colaboración entre países es estratégica para el desarrollo económico. México continúa dudando si acude al exterior para obtener la ayuda necesaria para explotar sus yacimientos y no reflexionamos si nuestros hijos el día de mañana vivirán las consecuencias económicas de nuestra negativa.
CNP es hoy conducida por Jian Jiemin, la empresa tiene actividades en 26 países con los que ha establecido 69 diferentes proyectos de cooperación y se ubica en el octavo lugar en ingresos de todas las empresas petroleras del mundo (Fortune, 2007). China en la actividad petrolera es un ejemplo a seguir.
Con otras acciones similares, en los últimos veinte años China ha logrado sacar de la pobreza a más de 250 millones de pobres.
5.4.08
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